Hay quienes no tuvieron el privilegio de recibir amor o cuidados en el hogar donde nacieron, y debieron aprender a ser resilientes mientras otros crecían sintiendo amor incondicional. Muchísimas personas no tienen una familia estereotípica, y eso está bien, porque la familia no se define solamente por lazos de sangre: el amor nos hace familia.
Hay quienes descubren qué es una familia gracias a relacionarse con animales de otras especies, y construyen así un hogar.
Estudios revelan que la relación perro-humano se parece mucho al vínculo materno-filial.
El cerebro de una madre activa las mismas regiones cuando ve a su compañero perro que cuando ve a su hijo o a su hija. Se enciende una red común de áreas cerebrales relacionadas con la emoción, la recompensa y la afiliación. Estos procesos son bidireccionales, y tanto perros como niños experimentan reacciones y emociones similares.
La evolución es eficiente y, a veces, recicla mecanismos antiguos para nuevos propósitos. Como los perros pueden provocar respuestas de amor en la especie humana, los lazos interespecíficos podrían mantenerse a través del mismo circuito de retroalimentación que evolucionó para promover el vínculo madre-hijo o madre-hija. Así, varios aspectos de nuestra biología parecen estar sintonizados con perros y niños de formas muy parecidas.
Cuando minimizamos los vínculos que tienen otras personas con frases como ‘es solamente un animal’, ponemos en evidencia nuestras propias limitaciones para crear vínculos auténticos.
‘Hasta que no hayas amado a un animal, una parte de tu alma permanecerá dormida.’
— Anatole France
La próxima vez que alguien intente decirte cómo y cuánto puedes amar, recuerda que su alma está dormida. Quizás algún día despierte para disfrutar de las conexiones maravillosas que pueden formarse entre la especie humana y otras especies animales cuando existe una relación saludable, amorosa, cómplice y respetuosa.
Amen como aman los perros cuando aman de verdad: profundamente y sin prejuicios.
Cuidado con el perro: tiene sentimientos y te considera su familia.
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Asesorías – Academia – Divulgación
📖 Stoeckel, L. E., Palley, L. S., Gollub, R. L., Niemi, S. M., & Evins, A. E. (2014). Patterns of brain activation when mothers view their own child and dog: an fMRI study. PloS one, 9(10), e107205.
📖 MacLean, E. L., & Hare, B. (2015). Evolution. Dogs hijack the human bonding pathway. Science (New York, N.Y.), 348(6232), 280–281.
📖 Globo de diálogo del perro, homenaje a Saint-Exupéry, A. (1943). El principito. (Original en francés: Le Petit Prince).
