
El mito de la perfección
Nunca permitas que los juicios gratuitos de otras personas te nublen el día. Juzgar es fácil porque no requiere pensar ni tener empatía. Por tanto, cuando alguien juzga a otra persona, en realidad está mostrando sus propios defectos. Sabemos que no siempre es sencillo, especialmente conviviendo con perros que presentan desafíos de gestión emocional. Vivimos…