El antropomorfismo implica asignar cualidades o rasgos humanos a seres o entidades que no lo son.
En la antigua Grecia, el filósofo Jenófanes se opuso al antropomorfismo satirizando la poesía de Homero, que trataba como humanos a sus dioses. «¿Cómo puedes ser tan presuntuoso de insinuar que los dioses se parecen a los humanos? Si los caballos pudiesen dibujar, no dudarían en hacer que sus dioses se parezcan a caballos», dijo Jenófanes, burlándose.
Así es como nació el «error imperdonable» del antropomorfismo en la ciencia.
Actualmente, muchos advierten del «peligro» de tratar a los demás animales como personas.
Sin embargo, también hoy, se percibe como mal científico a quien argumente contra la existencia de emociones en animales no humanos.
Existe consenso sobre que la especie humana tiene características comunes con otras especies animales, como la autoconciencia, la cultura, las emociones, las intenciones, entre otras muchas. Por eso, al atribuir rasgos «humanos» a otras especies animales no estamos insertando algo humano en ellas, más bien estamos identificando rasgos comunes y utilizando lenguaje humano para describirlos.
Antropomorfizar se vuelve problemático cuando ignoramos el mundo subjetivo (umwelt) de otra especie. Por ejemplo, decir que un oso es feliz en un circo perjudica al oso y distorsiona la realidad.
El primatólogo Frans de Waal acuñó la palabra «antroponegación» y la define como «una ceguera a las características humanas de otros animales, o las características animales que hay en nosotros mismos», con el objetivo de señalar que descendemos de los animales, y por eso tenemos rasgos comunes.
No somos autómatas porque los animales no son robots. No podemos construir una pared que nos separe del resto de las especies animales, porque formamos parte del mismo reino.
Los demás animales están mucho más cerca de ser nuestros parientes que de ser máquinas.
En Universican preferimos arriesgarnos a «sobreestimar» a otras especies animales, en lugar de subestimarlas.
Cuidado con el perro: tiene sentimientos y merece respeto.
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Academia – Asesorías – Divulgación
📖 de Waal, F. B. M. (1999). Anthropomorphism and Anthropodenial: Consistency in Our Thinking about Humans and Other Animals. Philosophical Topics, 27(1), 255-280.
📖 Bekoff, M. (2007). The emotional lives of animals: a leading scientist explores animal joy, sorrow, and empathy–and why they matter. New World Library.