El consenso científico actual indica que, en nuestra búsqueda insaciable de novedad, hemos perjudicado la herencia genética y el bienestar de los perros.
Cuando la especie humana no interfiere, los perros de una zona se ven muy parecidos entre sí. Los perros de aldea africanos evolucionaron de forma natural y se adaptaron bien a su entorno. Eso les otorgó una gran diversidad genética y redujo su tendencia a heredar enfermedades graves.
Hace unos 160 años, la especie humana comenzó con la selección artificial de perros, buscando rasgos físicos cada vez más extremos y menos adaptados al entorno.
Entidades oficiales de criadores trazaron «estándares» de raza, con el aspecto y temperamento que debe tener cada perro de «raza pura». Sin embargo, «olvidaron» mencionar que, por ejemplo, toda la raza Cavalier King Charles desciende probablemente de solo seis individuos. Esto puede extenderse a casi todas las razas modernas.
La cría de perros ha generado un aumento de enfermedades genéticas y una reducción en la variación genética. La práctica de usar un pequeño número de «perros campeones» para ser padres de la mayoría de los cachorros ha restringido significativamente el patrimonio genético de los perros, llevando a las razas modernas a perder diversidad, salud y bienestar.
Los ancestros de todas las razas modernas son parientes cercanos. Esta falta de diversidad contribuye a la prevalencia de enfermedades.
La cría selectiva ha afectado la capacidad de los perros para comunicarse entre sí, al cambiar drásticamente sus cuerpos y provocar la pérdida de habilidades comunicativas heredadas de los lobos.
El entorno y las relaciones sociales del perro tienen mayor influencia en su temperamento que la genética.
Aunque las descripciones de las razas hablen de rasgos de personalidad, la investigación ha demostrado que la personalidad de los perros varía tanto dentro de las razas como entre ellas. Los estándares de raza no describen con precisión la personalidad de un perro, ya que la genética tiene menos influencia de lo que se creía en el temperamento del perro.
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